Mascarillas los nuevos "amenities" de los hoteles
Viajar no volverá a ser lo mismo después de la pandemia de coronavirus. No paramos de escuchar esta frase y, sin embargo, ¿qué significa? Podemos ir en coche o en avión, a la playa o a un centro urbano, pero seguramente necesitaremos un alojamiento en las vacaciones. ¿Cuál será el aforo? ¿Y las medidas de higiene? ¿Podremos utilizar un ascensor? ¿Y qué pasa con el buffet o la piscina? Son muchos los interrogantes en torno a las estancias en establecimientos turísticos, pero, ¿cuáles serán las respuestas?
Casi todas pueden resumirse en sólo dos: higiene y distancia social. Sin embargo, y entre la amalgama de nuevos protocolos y sellos Covid-free, la industria hotelera deberá diseñar normas generales para su aplicación en hoteles para minimizar los riesgos de contagio.
Llegada al hotel
Entramos en el hotel, seguramente tras pasar por una alfombra impregnada de desinfectante. Aunque no se fija como obligatoria la toma de temperatura antes de la entrada al hotel, sí se recomienda que los establecimientos cuenten con termómetros sin contacto.
El aforo ahora deberá estar controlado y encontraremos medidas para asegurar el distanciamiento, tanto con otros viajeros como con los empleados.
Para pasar el menor tiempo posible en este lugar se fomentarán medidas como el check-in on line y las llaves electrónicas. Además, se incentivará el pago con tarjeta u otros medios que eviten el manejo de efectivo. Los mostradores deben limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día, aunque pueden ser más, en función de la afluencia de clientes.
Zonas comunes
Cada hotel deberá definir el aforo de sus espacios comunes. Se insistirá en el respeto a la distancia de seguridad y la limpieza periódica de dispensadores de papel, gel y jabón en los aseos de uso público. Se recomienda la señalética en forma de carteles informativos para huéspedes y personal y marcas en el suelo que indiquen las distancias de seguridad recomendadas.
En el caso del buffet se recomiendan fórmulas cómo la instalación de pantallas de protección y servicio asistido, emplatados individuales o monodosis adecuadamente tapadas. También se recomendarán itinerarios para evitar aglomeraciones en determinadas zonas y prevenir el contacto entre personas.
Un elemento clave y unificador entre las diferentes normativas será el uso de la mascarilla/tapabocas. Este elemento de protección se ha convertido en el producto de mayor demanda por parte de hoteles en los últimos tiempos. La necesidad de garantizar una protección contra el contagio entre los empleados y clientes así como transmitir una imagen de seguridad ante los huéspedes se ha convertido en necesidad vital de cara a la re-apertura de los establecimientos hoteleros y restaurantes.
Nos inclinamos a pensar que las mascarillas/tapabocas se convertirán en un nuevo amenity de hotel muy demandando por los clientes del establecimiento, incluso más allá del momento en que se declare el final de la crisis sanitaria mundial a causa de la Covid-19.
Son muchos los hoteles que ya están implementando estándares sanitarios y re-diseñando los hábitos de conducta entre su personal de campo y está claro que las mascarillas han llegado a la hostelería para quedarse, al menos durante un tiempo.