Las tendencias en hotelería varían pero hay una inclinación por parte de los empresarios hoteleros de realizar instalaciones más pequeñas, como es el caso de los hoteles boutique, en donde el valor agregado es que se atienden los gustos personalizados de los clientes.
Mucho diseño, la impronta de algún diseñador de interiores, el máximo confort y todo a medida del viajero. En estos hoteles, que transmiten exclusividad, la estética es parte fundamental de la propuesta. Y la mayoría son pequeños y lujosos.
Es fundamental que los hoteles boutique ofrezcan un sello de privacidad y un ambiente exclusivo.
La hotelería boutique no tiene nada que ver con poner un hotel de tres habitaciones y decir que es boutique, tiene que tener algo de lujo y que lo diferencie del resto, algo que no tenga ningún otro, como tecnología, amenities, eco-friendly, etc.
En total son seis las variables que deben cumplirse para que un alojamiento pueda incluirse en la categoría del ‘hotel boutique’:
- Pocas habitaciones -entre tres y treinta.
- Servicio personalizado.
- Diseño.
- Presencia de tecnología.
- Propuesta gastronómica de calidad.